“Actitud ante la destrucción”, la opinión de Juan Miguel Alcántara Soria. 29 de noviembre de 2022

“Actitud ante la destrucción”, la opinión de Juan Miguel Alcántara Soria. 29 de noviembre de 2022

29 noviembre, 2022 Desactivado Por Opinión Bajío

¿CUÁL ES TU ACTITUD ANTE LA DESTRUCCIÓN?

Juan Miguel Alcántara Soria

Días definitorios vivimos. Ser o no ser personas. Destrucción y amenazas nos desafían a dejar egoísmo y cobardía. En todos los campos. Así, el jueves pasado, luego de que la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas cancelara el premio Ariel, por falta de apoyo gubernamental, Guillermo del Toro, premiado internacionalmente, expresó: “La sistemática destrucción del cine mexicano y sus instituciones -lo que llevó décadas construir- ha sido brutal. Sobrevivimos al sexenio de López Portillo, pero esto no tiene precedentes”. Días antes (nov 17), en distinción académica de la UNAM para Del Toro y otras 11 figuras nacionales y extranjeras, la poeta mexicana Angelina Muñiz-Huberman, oradora, refirió a la universidad como “una institución que actualmente se enfrenta a lo irracional con la frente en alto y que admite la crítica en aras del progreso”.

Este viernes AMLO ordenó a la Secretaría de Seguridad desobedecer mandatos de jueces, y pidió a sus funcionarios les respondan que tienen “otros datos”. Esta orden viola derechos humanos, división de poderes, Estado de Derecho, y es delito contra la administración de justicia.

No es pues sólo el INE en la mira destructora. “No me vengan con que la ley es la ley”. ¡”Al carajo las instituciones!”, dice el déspota. Desde López de Santana, los López son maldición.

En mismos días, el cantautor Joaquín Sabina confesó en Madrid: “Ahora no soy tanto de izquierdas porque tengo ojos, oídos y cabeza para ver las cosas que están pasando. Y es muy triste”. Aludió como principal razón de tomar equidistancia de derechas e izquierdas, a “la deriva de la izquierda latinoamericana”.

El trovador cubano Pablo Milanés, falleció el miércoles en Madrid, quien en 2010 también tuvo ojos, oídos y cabeza, y apoyó huelga de hambre para exigir liberación de presos políticos en Cuba, a donde sus restos no volverán, por lo pronto.

Estas actitudes me recuerdan un testimonio magnífico, en uno de mis libros de cabecera, “El hombre en busca de sentido”, de Viktor Frankl. Quien sobrevivió al Holocausto: “Las experiencias de la vida en un campo de concentración demuestran que el hombre tiene capacidad de elección. (…) Los que estuvimos allí recordamos a los hombres que iban de barracón en barracón consolando a los demás, dándoles el último trozo de pan que les quedaba. Puede que fueran pocos en número, pero ofrecían pruebas suficientes de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas—la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias—para decidir su propio camino.

Dostoyevski dijo en una ocasión: “Solo temo una cosa: no ser digno de mis sufrimientos” y estas palabras retornaban una y otra vez a mi mente cuando conocí a aquellos mártires cuya conducta en el campo, cuyo sufrimiento y muerte, testimoniaban el hecho de que la libertad íntima nunca se pierde. (…) Es esta libertad espiritual, que no se nos puede arrebatar, lo que hace que la vida tenga sentido.”

López Obrador hizo su “contramarcha del ardor”, ignominiosa: obligaron a servidores públicos, beneficiarios de programas públicos, líderes vecinales, sindicatos, con pase de lista incluido, los tres niveles de gobierno, en todo el país. Hasta militares debieron acudir vestidos de civil, con 9 generales responsables de logística del acarreo.

Descarada también, Claudia Sheinbaum pegó miles de carteles, incluyendo en taquillas del Metro. Se calcula nos costará al menos $ 1,500 millones del erario público. La promoción personal de imagen de Obrador es anticonstitucional, además. El viernes éste declaró: “son tantos los acarreados que ya no hay camiones”, como antes reconoció gobernadora de Campeche.

Empáticos, entendamos a esa masa: personas dañadas en su conciencia y libertad, desde el poder. Como los mártires de campos de concentración, o Del Toro, y miles más, demostrémosles no les pueden arrebatar la capacidad de elegir la actitud personal ante sus circunstancias, para decidir su propio camino.

La libertad íntima nunca se pierde, no se la pueden arrebatar. Es lo que hace que la vida humana tenga sentido.