Riesgoso, dejar proceso educativo en manos de la televisión: Obispo de Irapuato Enrique Díaz
30 agosto, 2020José Juan Ramírez
Irapuato, Gto. (Opinión Bajío).- Dejar en manos de la televisión todo el proceso educativo en México, implica un grave riesgo de que ésta generación de estudiantes se convierta en pasiva y conformista, donde no haya opiniones propias ni razonamientos, con un individualismo exacerbado.
Así lo advirtió en rueda de prensa virtual el Obispo de Irapuato Enrique Diaz Díaz Díaz, quien es responsable de la Dimensión de pastoral Educativa y de Cultura de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
“El riesgo más grave que veo es que si de por si la tecnología nos ha hecho pasivos y que lleguemos a un conformismo, a que no aprendamos a estar razonando y a dar opinión, a que nos hagamos cada vez más individualistas y más comodinos, entonces se necesitaría un esfuerzo grande, yo entiendo”.
Indicó que ha entablado comunicación con muchos maestros, algunos de los cuales están contentos porque han logrado contacti virtual con sus estudiantes, pero otros están tristes porque se sienten aislados.
“Es mucho riesgo, porque no es solo dar un conocimiento, sino dar valores, es hacer crecer a las personas, es ayudarles a ir creciendo; si nada más es como una caja donde estemos depositando datos, esto no forma personas, no forma valores y nos hace pasivos. Educar es enseñar a crecer, es enseñar a tomar responsabilidades, es enseñar a ser verdaderas personas … que nos den como comerciales a los que no les hacemos caso”.
LLAMA A POBLACIÓN A REFORZAR MEDIDAS SANITARIAS
Por otro lado, el Obispo Díaz Díaz reconoció que parte de la población no ha entendido la importancia de seguir las medidas sanitarias y que el peligro del coronavirus COVID-19 es real.
Ejemplificó que fue al templo de Esquipulas en la comunidad de Arandas a realizar confirmaciones y al interior del recinto religioso se cumplieron todos los protocolos, como sana distancia, asistencia mínima, uso de cubrebocas, gel antibacterial y tapetes desinfectantes, pero en la parte exterior de la iglesia, había vendedores ambulantes y de alimentos, donde la gente se amontonaba, como “si no pasara nada”.
“A pesar de la insistencia, no se ha logrado llegar a educar al pueblo, como si no creyera en que el coronavirus es grave”, reflexionó.