La Voz del Pastor, mensaje del obispo de Irapuato. Domingo 16 de agosto de 2020
16 agosto, 2020Jesús viene a salvar a todos
XX Domingo Ordinario (20 de agosto de 2020)
Mons. Enrique Díaz Díaz, Obispo de Irapuato
Las palabras de Isaías suenan como una utopía muy lejana aun para los israelitas. No quieren casi ni tomarla en cuenta. Ya tienen bastante con sus propios problemas como para imaginar que su templo se llena de extranjeros y que se hace santuario de todos los pueblos. Está bien que Isaías diga: “Velen por los derechos de los demás, practiquen la justicia, porque mi salvación está a punto de llegar y mi justicia a punto de manifestarse”. Sí, pero ellos entienden la justicia sólo para ellos mismos y la salvación sólo para su pueblo. Como si la justicia y la salvación tuvieran fronteras que no pudieran traspasar. El Señor proclama a través de Isaías que su salvación y su justicia deben llegar a todos los pueblos.
Últimamente se han hecho muchas marchas y muchas manifestaciones a favor de los migrantes, sin embargo, la actitud discriminatoria sigue siendo la misma y la situación que deploramos para nuestros connacionales, la vemos como normal y justificada de parte nuestra hacia los centroamericanos. De igual forma, los campesinos emigran a las ciudades y llegan con toda clase de desventajas: la cultura, la ignorancia de la ciudad y sus retos, la necesidad del trabajo, el hambre… En la ciudad, lejos de mirarlos como hermanos, los vemos como adversarios o abusamos de ellos pagando sueldos miserables, cometiendo injusticias y despreciándolos abiertamente.
Las palabras de Isaías son también para nosotros. Tendremos que cambiar de actitudes y buscar caminos para hacer menos difícil e inhumana esta situación. Si miramos al que viene de lejos y con necesidad como hermano, seguramente nuestra actitud cambiará radicalmente. Luchemos por tener leyes más justas y equitativas también para estos hermanos. Ayudemos y demos apoyo con verdadero amor a quienes hoy se encuentran en tierras extrañas para ellos y requieren de nuestra ayuda.
Una mujer que no se resigna
San Mateo nos presenta una mujer con todas las circunstancias en su contra: mujer, extranjera y con una hija poseída de la enfermedad (situación que la condena como a gente impura). Todo en contra y sin embargo se atreve a buscar la salvación de su hija. Los primeros resultados son desalentadores, las dificultades grandes y recibe del mismo Jesús el silencio y después una respuesta dura muy acorde con el pensamiento judío que se expresaba con desprecio de los extranjeros.
Pero para ella no existen fronteras y acepta el reto. Transforma la imagen que Jesús le opone, y la presenta como la misma razón para ser atendida: “También los perritos se comen las migajas que caen de la mesa de sus amos”. Ella es búsqueda, es atrevimiento, es fe. Y así también, recibe la más grande alabanza de Jesús y obtiene la salud para su hija.
Hoy necesitamos atrevernos, buscar soluciones a los problemas, buscar nuevos caminos para esta nueva realidad, con la seguridad de que Jesús camina con nosotros. El éxito de la mujer cananea es atreverse e imaginar a un Dios que va más allá de las fronteras de los hombres y cuyo amor y misericordia superan todas las barreras. Cuando la fe y el amor se unen no tienen fronteras. Quizás el pecado más grave de nuestros días sea la pasividad y el conformismo con el cual nos cobijamos y nos escudamos para no actuar y no atrevernos a construir el reino.
Es cierto son grandes empresas, pero para eso nos ha llamado el Señor y para eso está presente en medio de nosotros. ¿Podremos atrevernos en la búsqueda o seguiremos quejándonos de todos nuestros problemas con los brazos cruzados y con la fe y la esperanza tibias?
Xenofobia y discriminación a la mujer, dos lacras presentes también en nuestros ambientes. Jesús, a instancias de la mujer, rompe este muro discriminatorio y termina ofreciendo salvación y alabando la fe de aquella mujer extranjera. Precisamente de aquello de lo que más se enorgullecía Israel, su credo, ahora escucha una alabanza de fe, pero dicha en favor de una mujer, una mujer pagana, cananea. ¿Qué estamos haciendo nosotros frente a estos dos graves problemas?