Expresión es… la columna de Ulises Centeno. 21 de abril de 2020

21 abril, 2020 Desactivado Por Opinión Bajío

“¡Aleluya! en ti, en mí, en nosotros… 

¡Vive!”

Caruli

¡Feliz Pascua!. Hace como 20 años, regresaba al colegio después de vacaciones de Semana Santa, me sorprendió mucho que un maestro (Arturo Buenrostro) me recibiera en la entrada con un abrazo y la frase “Feliz Pascua mi hermano”, la verdad no entendía bien que significaba eso, guardé silencio y varios compañeros más repetían ese gesto, como cuando el 24 de diciembre decimos feliz navidad, pues como buena “oveja” repartí abrazos, decía lo mismo y así hasta que comprendí el significado de la palabra. Recuerdo que fui a la enciclopedia Encarta, algo así como Google hoy. Bueno te comparto lo que al escribir estás líneas encontré en un lenguaje que me pareció sencillo:

“La palabra “Pascua” viene del idioma hebreo (pesáh) y del griego (pascha). La palabra “Pascua” en español significa “paso”, “salto” o en todo caso “pasar por alto”

Para los judíos: En el pueblo judío anterior al nacimiento de Cristo, la pascua era una fiesta de pastores en la que se mataba un cordero para pedir la fecundidad. Después pasó a celebrar la liberación del pueblo judío de la esclavitud de Egipto. En la pascua los judíos celebraban -y celebran en la actualidad- el “paso” (la Pascua) del Mar Rojo del pueblo hebreo hacia la liberación de la esclavitud.

Para los cristianos: Todos los que creemos que Jesucristo es hijo de Dios celebramos la Pascua con otro contenido. Para los cristianos es la fiesta más importante de todo el año ya que en ella celebramos el “paso” de Jesús de la muerte a la vida. La Pascua para nosotros es la celebración de la Resurrección de Jesús.

La Pascua es la conmemoración anual que las iglesias cristianas hacen del misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Para celebrar el “aniversario” de estos acontecimientos salvadores, cada año, en la fecha apropiada (el domingo después de la primera luna llena de primavera), los cristianos conmemoramos la Resurrección de Cristo (la Pascua). En el caso de la resurrección la Pascua es una sola, en cada año litúrgico.” (http://www.areconoticias.com.ar/?p=13709)

En mis últimos escritos te he compartido una historia,  hoy te dejo este relato de Anthony de Mello, espero lo disfrutes:

“El discípulo se quejaba constantemente a su Maestro Zen: «No haces más que ocultarme el secreto último del Zen». Y se resistía a creer las consiguientes negativas del Maestro. Un día, el Maestro se lo llevó a pasear con él por el monte. Mientras paseaban, oyeron cantar a un pájaro. «¿Has oído el canto de ese pájaro?», le preguntó el Maestro.«Sí», respondió el discípulo.«Bien; ahora ya sabes que no te he estado ocultando nada».«Sí», asintió. el discípulo.

Los hindúes han creado una encantadora imagen para describir la relación entre Dios y su Creación. Dios «danza» su Creación. Él es su bailarín; su Creación es la danza. La danza es diferente del bailarín; y, sin embargo, no tiene existencia posible con independencia de Él. No es algo que se pueda encerrar en una caja y llevárselo a casa. En el momento en que el bailarín se detiene, la danza deja de existir. En su búsqueda de Dios, el hombre piensa demasiado, reflexiona demasiado, habla demasiado. Incluso cuando contempla esta danza que llamamos Creación, está todo el tiempo pensando, hablando (consigo mismo o con los demás), reflexionando, analizando, filosofando. Palabras, palabras, palabras… Ruido, ruido, ruido…

Guarda silencio y mira la danza. Sencillamente, mira: una estrella, una flor, una hoja marchita, un pájaro, una piedra… Cualquier fragmento de la danza sirve. Mira. Escucha. Huele. Toca. Saborea. Y seguramente no tardarás en verle a él, al Bailarín en persona. “

La Pascua para mi hoy es una buena noticia, que nos desafía y nos compromete sobre todo por el  momento de enfermedad que vivimos en el mundo, que nos ha obligado a “guardarnos” es sin duda el comienzo de una nueva oportunidad de vida para todos, es tiempo de renovar nuestras malas costumbres y renacer desde el corazón para salir adelante. Es la posibilidad de no ser fríos ni indiferentes ante lo que pasa desde nuestros propios hogares, es la necesidad de valorar todo aquello a lo que hemos tenido que renunciar para no contagiarnos. Hoy tenemos la oportunidad de guardar silencio y de mirar desde nuestra casa “la danza” y seguir contagiandonos sí de esperanza.

Queridos alumnos, compañeros maestros, amigos, que este regresar al trabajo desde la novedad de la escuela en casa signifique para nosotros  un tiempo para:

  • Renovarnos
  • Recrearnos
  • Reinventarnos
  • Reconstruirnos
  • Re-entusiasmarnos

L.E. Carlos Ulises Centeno López

caruli76@gmail.com