Beatifican a Concepción Cabrera, primera laica mexicana en los altares

Beatifican a Concepción Cabrera, primera laica mexicana en los altares

4 mayo, 2019 Desactivado Por Opinión Bajío

CDMX.- Este sábado 4 de mayo fue beatificada en la Basílica de Guadalupe (México), Concepción “Conchita” Cabrera de Armida, quien se convierte oficialmente en la primera laica mexicana en ser elevada a los altares.

La nueva beata se caracterizó por tener varias facetas en su vida, entre las que destacan ser madre, esposa, mística y escritora prolífica.

La ceremonia de beatificación fue presidida cerca del mediodía por el Cardenal Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, y participaron más de 80 obispos.

Previo al inicio de la Misa se realizó el rito de beatificación en la que se leyó la carta apostólica enviada por el Papa Francisco. Posteriormente, entre los aplausos de miles de fieles al interior de la Basílica, una reliquia de la beata (una venda con su sangre) fue llevada en procesión hacia el altar por su nieta, la Hermana Consuelo Armida, y Jorge Guillermo Treviño, la persona que recibió el milagro por su intercesión.

En su homilía, el Cardenal Becciu recordó a Concepción Cabrera como “una figura maravillosa en sus diferentes aspectos de esposa, madre, viuda, inspiradora de Institutos religiosos y de iniciativas apostólicas”.

Biografía de Concepción “Conchita” Cabrera de Armida

Nacida en San Luis Potosí en 1862, Concepción Cabrera fue la séptima de 12 hermanos. El 8 de noviembre de 1884, con 21 años, se casó con Francisco Armida.

Fruto de su matrimonio, tuvo 9 hijos. Enviudó en 1901.

Fundó el Apostolado de la Cruz junto al sacerdote jesuita Alberto Mir y Mons. Ramón Ibarra, primer Arzobispo de Puebla, en 1895.

Con ambos fundó en 1897 las Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús, comunidad de religiosas de semi clausura en vida contemplativa.

Junto a Mons. Ibarra fundó la Alianza de Amor con el Sagrado Corazón de Jesús, en 1909, y la Fraternidad de Cristo Sacerdote en 1912.

Fundó los Misioneros del Espíritu Santo, sacerdotes religiosos, en 1914, junto a Mons. Ibarra y el P. Félix de Jesús Rougier Olanier.

Falleció en 1937 en Coyoacán, Ciudad de México. En 1999 fue declarada Venerable por San Juan Pablo II.

El 9 de abril de 2018, el Papa Francisco aprobó la promulgación del decreto que reconoció el milagro atribuido a su intercesión. (Con información de ACIPRENSA)